miércoles, abril 09, 2008

"Un sorbo de té"

La duda lo estaba matando por dentro, así que se preparó un té para relajarse. Le gustaba mucho, pues era una bebida que, en momentos de tensión, le ayudaba a sosegarse y a hallar la solución de sus problemas.

Sin demasiado interés cogió una bolsa de entre las muchas que guardaba en la despensa y se percató de que la variedad designada por el azar había sido el exquisito Darjeeling, una de las mejores variedades de té negro conocidas.

Mientras la tetera se calentaba, el problema le llegó de nuevo a la cabeza; parecía que la relajante labor de preparar el té poco podía hacer contra aquella taladrante inquietud de la que no conseguía desprenderse.

Cuando la taza estuvo por fin lista y dio el primer sorbo, una duda despertó en su interior. Rápidamente, fue al ordenador del comedor y buscó información sobre Darjeeling. Resolvió su duda: el té en cuestión proviene de la India.

Así, una vez resuelta su curiosidad, regresó a la cocina y tomó un sorbo de té. Después salió al jardín, a la calle, al jardín del vecino de al lado, mató al dichoso perro con una pala y volvió a su casa. Fin de la infusión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola.
No digas "profesora de latín"; llámala Vero, seguro que lo prefiere.
Gracias por tu visita y por enlazarme. Vero me habló de tu blog hace ya un tiempo, pero, ya sabes, demasiadas cosas, poco tiempo... En fin, la vida moderna.
Pero ahora mismo enlazo tu sitio. Me gusta. Este relato breve, por ejemplo, me parece muy interesante.
ivanrojo.wordpress.com